La gran mentira del fútbol base




Mira, estoy cansadísimo de escuchar: "El fútbol base es formación", "El objetivo del fútbol base es formar a los jugadores",  "No importa ganar solo educar a los jugadores".

BLA, BLA, BLA y BLA.

Mucha teoría pero en la realidad tu yo sabemos que no es así.

Todo queda muy bien en los libros de texto y en los post de facebook, pero sabemos está muy lejos de ser verdad.

Te voy a contar las 5 claves que hacen que el la formación sea la gran mentira del fútbol base. Además, te voy a proponer cuáles son los caminos a seguir si queremos realmente, revertir la situación.


1. El organismo de competición NO asume su responsabilidad.

Digámoslo con claridad: el sistema de competición actual obliga al niño a tener que adaptarse al fútbol, y no al contrario, el fútbol, adaptarlo al niño. Punto y final.

A parir de ahí esto genera muchos conflictos.

Uno de ellos es lo que se genera cada fin de semana: Goleadas súper abultados que no es útil ni para el que gana ni para el que pierde.

Porque todos pierden.

El que gana, no se enfrenta a un reto estimulante. El que pierde, pues tu me dirás: Si como niño, no puedes competir y mostrar que estás aprendiendo, va a llegar un momento en el que te vas a frustrar.

Y el problema no es que te frustres, sino que cada fin de semana veas que no puedes: indefensión aprendida, si le queremos dar un término técnico.

Porque lo que le hunde al niño o niña, no es el enfoque de formación o ganar, lo que hunde es que lo que para TODOS ES EL ÉXITO, él cada fin de semana no lo puedes alcanzar.

La única forma sería que te dieran igual los resultados.

Y cuando te dan igual los resultados y la competición, ¿sabes que pasa? Que los chicos y chicas abandonan el deporte.

Sienten que no pueden aportar nada.

Antes de llegar ahí desde la psicología se pueden trabajar muchas cosas. Pero amigo, quien tiene la verdadera responsabilidad es el organismo de competición.

¿Y cómo solucionamos esto?

Pareciera que no hay nada inventado pero si, y desde hace mucho tiempo y por muy buenas manos.

Horst Wein, docente con una gran experiencia, creó un sistema para adaptar el fútbol a los niños que él llamó FUTNIÑO. En este sistema, desde los entrenamiento a la competición, se adaptan a los jugadores y no al revés, estableciendo un progreso adecuado para cada etapa evolutiva.

Piénsalo, igual que los contenidos escolares se adaptan al desarrollo de los jóvenes (también los contenidos técnico-tácticos), también se ha de adaptar la competición, pues no deja de ser un temario más en la formación del jugador.

Eso si es fútbol base formativo.

No lo de hoy. Lo de hoy es una representación del fútbol de élite pero con jugadores más pequeños.



2. La gran mayoría de clubes y escuelas de fútbol operan como empresas.

Los clubes y escuelas de fútbol son entidades que operan como empresas. Necesitan tener beneficios económicos para subsistir, por lo que han atraer a padres que inscriban a sus hijos y paguen por sus servicios.

Para atraer a los padres han de construir una imagen positiva del club. Y la mejor forma de hacerlo es que el nombre del equipo, esté en los puestos altos de la liga de base.

Por lógica, todos nos sentimos atraídos por un equipo que gana ya que se presupone que están haciendo las cosas bien.

Esta exigencia de rendimiento se le transmite a los entrenadores, y a su vez, a los jugadores.

Así mismo, no es de extrañar que se hagan muchas cosas de cara a la galería, se transmita una mensaje "atención a la formación" cuando realmente el objetivo real es ganar, para seguir alimentando esa imagen atractiva.

¿Y qué hacemos al respecto? ¿Dónde nos tenemos que centrar?

Hay que tocar varios puntos para poder influir en este: en primer lugar, en los padres, en segundo lugar en el criterio de evaluación del éxito, y en tercer lugar, en las estrategias comunicativas de la propia entidad.

En este último aspecto, la estrategia de marketing que sigan las entidades deportivas es clave para atraer a los padres.

Al final, a ellos les interesa obtener ingresos y tener una buena reputación. Démosles metodologías formativas atractivas que puedan comunicar con entusiasmo. Por ejemplo, mi programa de entrenamiento mental: TU MEJOR VERSIÓN.

Y como te digo, también hay que influir en los padres y trabajar con unos criterios de éxito adecuados.


3. Las necesidades de los padres.


Son ellos los que van a apuntar a su hijo o hija y los que vas a pagar la cuota.

Los motivos de elección de una escuela o club pueden ser muchos, pero ya te digo, uno de los más significativos por experiencia, es la reputación e imagen de la entidad.

Entre los padres hay juego de estatus: quieren que su hijo "tenga lo mejor" y "aparente tener lo mejor".

Y como te decía anteriormente, tendrán mayor interés en un equipo que gana que uno que pierde.

Un padre o una madre tienen que ser muy valientes para decirle a otros padres: "Mi hijo jugó el finde pasado y perdió 20 - 0. Pero bueno, no pasa nada porque en el equipo donde está lo forman íntegramente."

Eso no ocurre en la realidad.

¿Cómo podríamos encaminar las necesidades de los padres?

Sobretodo, tenemos construir en ellos una percepción altamente positiva en las metodologías de formación y no en los resultados.

Así mismo, educarlos en no sólo guiarse de lo que las entidades deportivas dicen, sino también de lo que realmente ponen en práctica.

En este sentido, desde el organismo que regula el fútbol base, se han de promover campañas de comunicación y marketing para transmitir el mensaje: MAYOR valor a la formación, antes que los resultados.

Mi Máster en marketing e investigación de mercados, me ha dado con fuerza la certeza de cómo las percepciones influyen a la hora de tomar una decisión.

Tu lo ves claro: Partidos políticos, marcas de ropa, supermercados... ¿por qué crees que son tan inteligentes e invierten tanto en comunicar adecuadamente su mensaje?

Educar a los padres es uno de los caminos más relevantes. Al final, son ellos los que más horas pasan con sus hijos y por tanto, los que más les influyen desde edades tempranas.




4. La evaluación del éxito.

Hay dos situaciones que hace que los directivos, los pesos importantes de una escuela o club, visiten a una plantilla de jóvenes jugadores: cuando ganan algo importante para felicitarlos y cuando pierden y son momentos complicados, para reactivar a los chicos o chicas.

No hay más.

Este es un detalle claro de que lo que realmente importan son los resultados.

Estas pequeñas cosas hacen que los niños sientan lo que realmente es: que su función en el campo únicamente se evalúa por los resultados.

Que si, que si, que el entrenador le puedes reforzar con aspectos de su juego, etc. pero en el ambiente completo, respira que no es tan importante que aprenda, sino que gane.

Es más, que el esfuerzo merece la pena si da resultado.

Asumámolo amigos.

Es lo que hay. Y cuanto antes no demos cuenta, antes podremos tomar las medidas oportunas para realmente tener un fútbol base que forme íntegramente.

¿Qué podemos hacer?

Mira, te imaginas que cada escuela/club tuviera una "radiografía" de cómo es cada jugador en sus habilidades: en sus habilidades técnicas, tácticas, físicas y mentales.

Evaluando esto al principio de temporada y haciendo un seguimiento de cada jóven, se pueden establecer objetivos formativos individuales.

Evidentemente, si los niños y niñas desarrollan sus objetivos individuales sumarán a los objetivos de equipo.

Así mismo, los directivos o pesos importantes del club, tienen que reforzar los avances individuales de cada chico/a. Desde el menos hábil al más hábil.

Y para eso no hay que volverse locos, si tener una metodología clara.

Es lo que hago en mis servicios a clubes o escuelas, a través del programa TU MEJOR VERSIÓN.


Como puedes ver sólo teniendo en cuenta una serie de detalles podemos aportar muchísimo valor a la formación de los jóvenes talento. Los detalles, son los que marcan la diferencia.



5. Necesitamos una mirada integradora de todos los profesionales.

Y como última clave, quiero compartirte lo siguiente con mucha responsabilidad:

Los profesionales de la educación, de la psicología o de la pedagogía que intervienen en el fútbol, desde mi punto de vista, se ciegan y sólo ven una posibilidad: sólo es válido si el deporte formativo.

Esto hace que le transmitan a los futbolistas que los que trabajan ideas que no son ciertas EN SU CONTEXTO ACTUAL.

Si tu le dices a un chico o chica que lo realmente importante son los "valores" y que "se diviertan", sin querer, le estás engañando.

Cuando atiendes a las claves que te comparto, te das cuenta de que ahora mismo, por mucho que nos peleemos, el fútbol no es un deporte que evalúe el éxito por la formación o los valores.

Y cuando tú le transmites a un chaval (que no es bobo), que lo único importante es que aprenda le estás engañando. Porque el ve día a día cómo son las cosas y que lo importante es ganar.

Por ello tenemos que ser muy inteligentes.

Te invito a que si eres profesional de la psicología o de la educación en el deporte, te hagas un aliado del  joven futbolista y que sabiendo cómo se evalúa su éxito actualmente, trabajes conjuntamente.

Para que sabiendo que lo que ahora le piden es resultados y ganar, él focalice sus esfuerzos en ser su mejor versión ya que sólo así, tendrá una mayor probabilidad de ayudar a su equipo y conseguir la victoria.

Si actualmente no tomamos una postura de este tipo, una mirada integradora, no vamos a aportarles un valor significativo a los jugadores.

Cuando hay unos intereres de fondo contrarios a la formación, se enmascara lo importante.

Y eso el niño lo siente.





Para finalizar:

Si queremos que el fútbol realmente sea formación, tenemos que atender a las claves comentadas y abordarlo con responsabilidad desde los organismos competentes.

Utilizar un enfoque integrador y no uno que rechace lo que actualmente sucede.

Porque yo creo que tú que estás leyendo este artículo trabajas para que cada escuela o club, sea grande o pequeña, en la base forme de verdad a sus jugadores.

Desde una mirada integradora y significativa.

Sólo así podríamos hablar con satisfacción de que: "El fútbol base es formar a los jugadores".





¿Qué opinas tú?

¿Crees que la formación en el fútbol base es una mentira?



Te leo en los comentarios.

Un abrazo!















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